Entre aplausos y rechazos, la voz de Petro en Naciones Unidas volvió a encender el debate en Colombia.
El presidente Gustavo Petro pronunció su última intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas con un discurso de 41 minutos centrado en migración, cambio climático, transición energética, soberanía de los pueblos y el conflicto en Gaza. Nuevamente cuestionó la política antidrogas de Estados Unidos y rechazó la reciente descertificación contra Colombia.
Aunque el mandatario habló en uno de los escenarios multilaterales más importantes del mundo, el impacto fue limitado: la delegación estadounidense, que además fungía como anfitriona, se retiró después de seis minutos. A ello se sumó la ausencia de líderes internacionales de primer orden en el recinto, lo que dio pie a fuertes críticas desde la política colombiana.
María Fernanda Cabal (Centro Democrático): “Ante un auditorio vacío en la ONU, Gustavo Petro, de manera irresponsable, lanzó ataques contra el presidente Trump mientras justificaba a los narcotraficantes que mueven cocaína por el Caribe hacia Estados Unidos. (…) La gran mayoría de los colombianos queremos acabar con el negocio de la cocaína, responsable directo de la violencia, el dolor y la destrucción que por décadas ha desangrado a nuestro país”.
Carlos Fernando Motoa (Cambio Radical): “Se trata de una conducta sin precedentes que amenaza con destruir nuestra imagen internacional y ponernos del lado de los peores regímenes del continente”, dijo en referencia a la afirmación de Petro de que el Tren de Aragua “no es una organización terrorista”.
Vicky Dávila (precandidata presidencial): “Llegó a defender el Tren de Aragua, dijo que no son terroristas, aceptó la ‘paz con el narco’. Se victimizó diciendo Trump lo descertificó. (…) Obviamente, habló de Gaza, pero no del Cauca y Catatumbo o Chocó. Nuestros no le duelen”.
Daniel Briceño (concejal de Bogotá): “Afortunadamente esta es la última vez que Petro avergüenza a Colombia ante la ONU”.
Julio César Triana (representante a la Cámara, Cambio Radical): ‘Guerra a muerte’: esa es la bandera que tiene Gustavo Petro en su camisa en la Asamblea General de la ONU. ¡Una vergüenza total!”.
Lina María Garrido (representante a la Cámara, Cambio Radical): “En nombre de la mayoría de los colombianos, le ofrezco disculpas al mundo por el bochornoso espectáculo que está dando Gustavo Petro en la ONU. (…) Quiere que Estados Unidos nos retire el apoyo militar y económico para poder complacer con mayor comodidad a los grupos criminales de Colombia que lo apoyaron para ser elegido presidente”.
Katherine Miranda (Partido Verde): “Qué vergüenza escuchar un discurso como el que acaba de dar Petro en la ONU: ideologizado, errático y de mucha confrontación contra EE. UU. y Europa. Nada habló de Colombia: del incremento de homicidios a la fuerza pública, reclutamiento de menores, secuestros, extorsiones”.
Armando Benedetti (ministro del Interior): calificó la intervención como “berraca e histórica”, resaltando que el Presidente “demostrarnos que quien sí da la lucha contra el narcotráfico somos nosotros, que la lucha contra las drogas ha fracasado, de que hay un genocidio en Gaza, que la ONU ya no sirve para nada, que sí hay una crisis climática y que los poderosos están en el preludio de fascismo”.
Guillermo Jaramillo (ministro de Salud): sostuvo que los temas tratados muestran “el talante de un ser libre y demócrata”.
Andrés Camacho (exministro de Minas y Energía): destacó que Petro “ha sentado posición sobre la lucha contra las drogas” y su apuesta por la transición energética.
Iván Cepeda (senador del Pacto Histórico): subrayó que la intervención reflejó “la necesidad de actuar con decisión frente al cambio climático antes de que sus peores consecuencias sean irreversibles”, calificándola como “un discurso firme, valiente y profundamente comprometido con la justicia global”.