Mientras Abelardo de la Espriella entregó 4,8 millones de firmas para su aspiración presidencial, el Pacto Histórico inscribió sus listas con Iván Cepeda al frente y Roy Barreras presionó para unificar la consulta del Frente Amplio.

El panorama político colombiano vivió 48 horas de alta intensidad. El jueves 4 de diciembre, Abelardo de la Espriella llegó a la Registraduría Nacional acompañado de una multitud y una imponente puesta en escena para entregar 4.869.407 firmas que respaldan su intención presidencial para 2026. El abogado, líder del movimiento Defensores de la Patria, afirmó que este soporte ciudadano es un “mandato inequívoco” para iniciar una campaña sin pausas, insistiendo en que Colombia atraviesa una “guerra espiritual y moral” que requiere disciplina y liderazgo.

De la Espriella estuvo rodeado de figuras que representan su base política —entre ellos el general (r) Eduardo Zapateiro, el líder cristiano John Milton Rodríguez y el exsenador Carlos Felipe Mejía— mientras defendía su decisión de competir como candidato independiente pese a su histórica cercanía con Álvaro Uribe. El aspirante aseguró que las casi cinco millones de firmas, reunidas en gran parte desde regiones y sectores cristianos, constituyen “la materialización de un anhelo” para “salvar y reconstruir el país”.

Un día después, este viernes 5 de diciembre, el Pacto Histórico inscribió en Bogotá sus listas al Congreso y confirmó que Iván Cepeda participará en la consulta presidencial del Frente Amplio el próximo 8 de marzo. Cepeda calificó estas listas como “las más poderosas de Colombia” por estar respaldadas por más de dos millones de votos obtenidos en la consulta del 26 de octubre. A su lado, la exministra Carolina Corcho —cabeza de lista al Senado— destacó que por primera vez la colectividad presenta una lista organizada democráticamente entre el Polo, el Partido Comunista, la UP, Progresistas y la Colombia Humana.

 

El movimiento interno hacia la consulta no estuvo exento de tensiones. Desde su propio espacio político, Roy Barreras pidió públicamente al Consejo Nacional Electoral habilitar la participación de Cepeda en la contienda interpartidista, insistiendo en que “la unidad es la victoria”. Barreras argumentó que la consulta del 8 de marzo debe convertirse en el mecanismo para unificar a los sectores progresistas y avanzar hacia una candidatura única que dispute el poder en 2026. Con las inscripciones de De la Espriella y Cepeda —y la presión de Barreras— el tablero electoral queda oficialmente en movimiento, marcando el inicio real de la campaña presidencial.

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